martes, 30 de abril de 2013

Qué queremos decir cuando hablamos de Fracaso Escolar (Segunda Parte)

Leyes y Futuro


Desde que llegó la democracia a España, los políticos han acometido diferentes reformas educativas, todas ellas con aspectos positivos pero también con algunos negativos o más costosos para nuestra sociedad.
Entre todas ellas, merecen capítulo aparte, por novedosas, la LOGSE y la LOE. La LOGSE (1990) fue una gran reforma que cambió para siempre el panorama educativo, estableciendo los cursos que conocemos actualmente, promulgando mayor participación de las familias en los colegios, estableciendo un currículo flexible y adaptado a las comunidades autónomas y variando el sistema de conciertos del Estado.

Por su parte, la LOE (2006) introdujo una serie de cambios menores, como los relativos a la asignatura de Religión u otros cambios acerca de la financiación de centros públicos y concertados.

Ambas leyes sitúan la edad obligatoria en Secundaria en 16 años, que antes de la LOGSE era de 14 años y ese cambio ha sido tan polémico como conflictivo. Después de la dictadura, los sucesivos gobiernos perdieron una gran oportunidad no invirtiendo en la gran olvidada en España: la Formación Profesional. Hoy por hoy, las ramas de estudios profesionales en que se invierte dinero son las que menos lo necesitan: las que no necesitan material, las que se cursan en un pupitre. Todas las ramas que necesitaban una gran inversión (mecánica, carpintería... oficios en general) fueron relegadas por falta de fondos, y por ello los oficios ya no salen adelante, y por eso mismo hay un salto importante entre las necesidades reales de la empresa y la industria española y la formación y por ello, también, hay alumnos que no quieren seguir sus estudios pero se ven obligados a hacerlo en un instituto, estudiando materias que no les interesan.

Ahora existe la figura del PCPI (Programas de Cualificación Profesional Inicial), plazas para alumnos que hayan cumplido 16 años y se prevea que no vayan a superar la ESO (varios cursos repetidos, nula motivación…). Es una manera de encauzarles hacia un oficio y que no pierdan tiempo ni ganas. Pero hay muy pocas plazas y además van a un PCPI cuando ya se ha perdido demasiado tiempo… ¿No sería más útil que eligieran antes y que hubiera plazas para todos, convirtiéndolo no en plazas para casos “desesperados” sino simplemente en otra salida más?

De este modo, los alumnos, a una edad relativamente temprana, podrían elegir una vía más técnica o profesional, mientras que otros, que quisieran encaminarse a unos estudios superiores, podrían seguir en el instituto progresando sin el lastre de un alumnado tan poco motivado. Con los necesarios cursos "puente" que pudieran establecerse para chicos y chicas que cambiasen de opinión y pudieran incorporarse en algún estadio del proceso.

 Para todo ello, ¿qué necesitamos? Fondos para una necesaria inversión en los estudios profesionales. Y ganas. Y falta de miedo en que nos consideren clasistas. Hay que ser prácticos, hay que mirar a los ojos a la realidad de chicos y chicas en los institutos que no quieren estar ahí. Quizá la ley Wert, que se nos viene encima, traiga algo bueno situando la edad obligatoria en  15 años (con tres cursos de ESO en vez de cuatro). Sí, hasta el ministro Wert puede ver que 16 años son demasiados. Y si él puede, todos podemos.

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