lunes, 10 de junio de 2013

SI






Todos conocemos el poema If (Si), de Rudyard Kipling (1865-1936) ,uno de los favoritos (ay!) del ex presidente José María Aznar. En cualquier caso es un popularísimo poema que conforma las reglas del comportamiento victoriano y un ejemplo del intemporal temple británico.

Pero en dicho poema, ¿dónde están las mujeres? ¿Dónde quedamos nosotras, nuestros sentimientos, nuestro propio "comportamiento" o temple?

He querido versionar el poema en clave femenina, y no sólo eso, sino en otra clave más, nuestra e intransferible.

Aquí os lo dejo.

Si

Si puedes conservar la calma en medio de la tormenta,
Si puedes aprender a hablar en vez de gritar, a negociar en vez de obligar,
Si puedes confiar en ti misma o aparentarlo aunque tiembles por dentro,
Si puedes esperar y no perder la paciencia,
Aunque los demás a tu alrededor no esperen y la pierdan.

Si puedes soñar y no dejar de hacerlo,
Si puedes seguir esos sueños y no desesperar por los que se quedaron en el camino,
Si puedes ayudar a forjar los sueños de otros, a elegirlos o incluso a olvidar alguno,
Con prudencia y confianza de estar haciendo lo correcto.

Si puedes sostener en tus manos un corazón herido y sanarlo,
Con besos y abrazos y caricias, y más besos.
Si puedes dormir y acompasar tus latidos con otros latidos,
Y despertarte y cubrir de besos un rostro a tu lado.

Si puedes ser humilde y reconocer a tu maestro y aprender de él o ella,
Si de tus errores pides perdón, y guardas la enseñanza,
Si escuchas, y opinas, y vuelves a escuchar,
Sin hacer caso de quien te dice: Esto debe ser así porque así se ha hecho siempre.

Si amas lo indecible, y hasta el más allá,
Si puedes ver el universo entero en unos ojos que te miran,
Si sigues una manita sabiendo que te llevará a tierras extrañas nunca exploradas,
Sin miedo, porque él o ella van contigo.

Si sientes el vértigo del Cosmos que avanza inexorable,
Si te sientes parte de ese Todo que te rodea aunque no tenga explicación ninguna,
Si lloras de alegría cuando miras el ahora y de agradecimiento cuando miras atrás,
Si puedes contener una vida entera en un instante eterno,
recorriendo una distancia entre dos miradas,
tuya es la Vida y todo lo hay en ella,
y lo que es más, serás madre, amiga mía.

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